
EL 2 febrero retomamos la X edición del taller «ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE Y EXPRESIÓN CORPORAL»
En los últimos años, diferentes investigaciones desarrolladas desde el ámbito de la neurociencia, han puesto de manifiesto ciertas evidencias, determinando que “el movimiento, otorga una serie de experiencias, que forman al cerebro y que permiten (a los estudiantes), aprender, no solo del entorno, sino también de sí mismos” (Lois, P. 2010).
El movimiento y las diferentes acciones que realiza en el espacio, posibilitarán al niño, a experimentar su independencia del adulto y construir su propia autonomía. Por lo tanto, las experiencias de movimiento, son de fundamental importancia para asimilar, en el proceso de su desarrollo, conductas motrices cada vez más complejas, como son correr, saltar, etc. Es decir, el niño, se construye a sí mismo a partir de sus movimientos, esto significa que los procesos de maduración, de desarrollo y los aprendizajes que va adquiriendo e incorporando, van a transitar del “acto” al “pensamiento”, pasando progresivamente, de la percepción de lo concreto, a lo abstracto y de la acción del movimiento a la representación de su cuerpo y su mundo (Wallon, 1956). De esta manera, podrán, de forma natural, escribir, resolver problemas matemáticos, planificar estrategias de acción, verificar resultados y participar en actividades grupales adecuando su acción, etc.